A LOS AUTOS DE LA CONCIENCIA
Por muy interesante sea una crónica difundida, su lectura no puede transformarse en una novela de largo aliento que afecte la dignidad intelectual por la embestida de acciones poco comunes de autoridades que ostenten cargos de poder político establecidos en nuestra constitución que manda, prohíbe y permite.
El contenido extenso de mi denuncia informada en mi blog: “NO HAY QUE DECIR AMEN”, me permite agregar a los autos de la conciencia comunicacional por acción coercitiva de razón edil en erigir otra escultura no contemplada en su boceto original por el artista Carlos Placencia, aprobada por entes de gobierno pertinente, en planes de autoridad y de autores de propiedad intelectual, con amplio conocimiento del mundo deportivo internacional. A falta de medios económicos para contratar un cuerpo jurídico de defensa, mi pluma me permite el derecho con elementos de juicios complementarios, subir a la red nuevos testimonios gráficos con redacción explícita que desnudan el accionar edilicio de Talcahuano.
No citaré en esta oportunidad la ley de propiedad intelectual, porque en los autos de la conciencia están los hechos luminados de cada paso recorrido con respecto de todas las diligencias desarrolladas relevantes de equidad en lo memorial comprobatorio del ilustre ciudadano vasco-chileno, que en justicia se debe homenajear.
La Ley 18.695 orgánica de normas, resolver y fiscalizar, corresponde al Concejo Municipal. Espero como título de referencia esta ley haya sido deliberada y tratada, posteriormente, en la actitud personalista del alcalde, y no reste en autos de conciencia de los concejales PORTUS, PEÑAILILLO, su silencio en conocimiento se estaba cometiendo una irregularidad, y que el cuerpo integrante controlador, no haya soslayado esta ley, en comportamiento de principios orgánicos fundamentales que les corresponde asumir como miembros integrantes del Concejo Municipal.